viernes, 5 de septiembre de 2008

El nuevo Nazismo está a la vista.

El Totalitarismo de Hitler era tan nacional como el de Stalin, pero en España se ha presentado un nuevo NAZISMO que es A-Nacional por sus objetivos Anti-Nacional por su lucha contra España y los españoles, y Contra-Nacional porque aspira a la “bondad” universal dejando al individuo “libre” de Naciones. Eso son los hechos por mucho que ZP pretenda seguir engañándonos con sus gritos de hincha como un vulgar Judas.

Tampoco este neonazismo es “internacional”, porque tiene en nuestra Patria sus más acendrados rasgos, facilitados además por nuestro deficiente desarrollo en la formación del Estado Nacional que ha hecho brotar en el solar hispano-o no se han extinguido con suficiencia- estas castas regionales con epicentro en la Moncloa, mezcla de reminiscencias y excrecencias históricas que denominamos NEONAZIS, a falta de mejor vocablo. Pero si que este haz de nuevos caciques, al mejor estilo del tradicionalismo hispano inveterado, utiliza métodos mundiales con altura de recursos, medios, tecnologías y métodos. Por otra parte el Derecho Internacional se ha desentendido del asunto español, tal y como interesa a los posibles benefactores de nuestra ruina y extinción política, sea Francia, Alemania u otros países o grupos de presión mundiales. Todo esto está causado también por la globalización, - particularmente en su acepción sinónima de dominio mundial de las multinacionales-, término que introduce la creciente internacionalización de las actividades humanas y su mutua y mundial interdependencia.

La siniestras políticas de estos malhechores, - y la inaplicación de aquellas a las que les obliga el cargo- , éstas del aborto, la eutanasia, la educación, la sanidad, la inmigración, la economía, la religión -y la nueva religión buenista-, las lenguas, las banderas…. que estos nuevos nazis del Estado persisten en desenvolver ("que se consiga el efecto sin que se note el cuidado"), las desarrollan mejor con sigilo que con ostentación, excepto en casos en que su propaganda sea benéfica a los de su bando en el entramado español. En general prefieren el cinismo y la mentira cuando conectan con la población, aunque a veces se les escapa alguna alegría e incluso orgullo, -¡¡la vida es de color coño!!- por el macabro plan social que van imponiendo ilegalmente en España.

Si bien no reúnen suficientes requisitos ni ellos como “capitanes”, ni las condiciones en general en las que operan y por consiguiente el triunfo les está vedado, si que están poniendo sobre el tapete tanto la cuestión del régimen como la del sistema, en una especie de cabriola de la Historia, que ha tenido a bien montar en nuestro país su laboratorio temporal. La “inconsciencia” de los protagonistas en este asunto unida al delirio ensoñador que sostienen, les impide contemplar con sosiego que el marco histórico, político, social y económico, la vida en suma, está contra ellos, cosa que llevan con cierta soltura de momento, porque no tienen contradictores en las instituciones públicas.

De ahí que sea necesario el recambio de todas ellas empezando por la Monarquía, y de ahí también que la insolencia que a veces muestran hacia la Nación, sólo esté sustentada por la "neoreligión" que han logrado difundir socialmente, deviniendo todo ello a la luz de las circunstancias, en pura fachada , en un basto y grotesco farol, en una infame parodia. Este plan delirante que pretende convertir en ganado sumiso y auto-reprimido a millones de personas, tiene el mismo futuro con los españoles que el “dulce designio” de Napoleón Bonaparte.

La Nación no es sólo un vocablo, ni algo “discutido y discutible”, la Nación es una realidad histórico-planetaria, es una obra a veces de milenios y en general de siglos, que tiene su huella en todos y cada uno de sus actuales componentes humanos, materiales, espirituales, temporales e incluso geográfico y climático. Oponer a esta colosal escultura de la Patria proyectos “nacionalistas” o multitud de nuevos “derechos” surgidos de la chistera de estos aprendices de brujo, como también un vago “cosmopolitismo” , un etéreo “eco-pacifismo”, un quimérico “hedonismo” o piadosos deseos de “bondad” y de “paz universal”, además de parecer homilías de budistas antiguos, supone la obvia carencia de arsenal “ideológico-político” que sufren estos mal nacidos políticos, especialmente en una tesitura económica de profundo perjuicio para la sociedad. Todo lo contrario que la ciudadanía española, equipada con todo lujo de pertrechos para la batalla, sean banderas, himnos, discursos, consignas…; incluido lo más importante: la perentoria necesidad de acabar con el régimen para no colapsar a España desde el punto de vista del funcionamiento moderno de una sociedad.

La Unidad Nacional Ciudadana se iniciará y consolidará políticamente muy pronto, los españoles comprenderán oportunamente que la Nación necesita con urgencia Ley, Orden y Civilización. Y por supuesto la instauración de la República Ciudadana como aperitivo inmediato.

Ives N. Casado
I.R.E.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada vez estamos más cerca de hacer posible la democracia en nuestra nación. Te enlazo en mi blog, la lucha saltará en breve de la RE-D a la RE-ALIDAD.

Un saludo.

Balalaika

Republica Rojigualda dijo...

Totalmente de acuerdo con el artículo. Yo también te enlazo.