martes, 1 de julio de 2008

Demasiados espartanos para neonazis

Entre las ideas teóricas atinadas -impulsadas por los afortunados que
las encontraron- y la conciencia política de la población, media un espacio-tiempo. Ese espacio es la propia teoría materializada en cientos de miles de súbditos-ciudadanos, su sangre y sus lágrimas, cuya adquisición es realizada en el transcurso de la misma lucha, jamás antes. Viene a ser como la hipótesis de Holmes, la única verosímil, por inverosímil que parezca, después de desechar a las demás. Cuando la teoría prende en las masas se hace revolucionaria esa teoría y ninguna más. El tiempo es el que necesite una situación para volverse incontrolable, caótica y socialmente insoportable, a partir de hace al menos 4 años.

Desde otro ángulo: el aborregamiento social es propio en todo lugar y en todas las sociedades en la Historia; tal vez ahora sea más efectivo tanto por los medios de aturdimiento de masas, como por el bienestar material del grueso social. Eso nos indica en el mejor de los casos que el disparo de salida tardará un poco más en llegar de lo que nos gustaría a escala de nuestro tiempo individual, lo que equivale a decir que los cambios debidos a procesos históricos no tienen relación con nuestra vida particular, la prueba es que hasta ahora no habíamos caído que desde la transición han venido colocando un cuento bastante aceptable, excepto para los cuatro primeros de la clase, esos Vicentitos que a veces llevan más razón que santos y laicos juntos.

La cuestión nuclear es que no hay alternativas políticas “oficiales” ni desarrollo social conocido al caso. La casta en general -2 ó 3 millones de personas, está internamente peleada y aunque sus bonzos están obligados a unirse como vamos viendo por días, las bases presionan en sentido ciudadano, lo que significa que la penetración de la “teoría”; es decir, la toma de conciencia política se produce por todas partes como también vamos viendo. Hasta resolverse, continuará la confusión de costumbre, pero disipándose como la del polivalente manifiesto pro español o la del fútbol y sus lecciones socio-políticas.

Un día de estos se juntará el hambre con las ganas de comer, nunca mejor dicho. Por arriba, con unos follones incalculables, como por ejemplo la frase de Huguet de que está dispuesto a devolver competencias, y por abajo penurias y dificultades nunca imaginadas por los actuales españoles.

No hay comentarios: